¿Te imaginas que Rafa Nadal pierda un partido porque le pican sus calcetines de mercadillo?

Absurdo ¿no?

El tío llega con 5 raquetas, a cada cual mejor, sus zapatillas Nike que se clavan sobre la tierra batida y alguien le ha colado unos calcetines cutres de mercadillo que le están matando hasta el punto de que pierde la concentración; y el partido.

Algo así es lo que pasa en un edificio: te preocupas de que la fachada no deje pasar ni frío ni calor (ni al pesado del 5º), pones buenas ventanas para que no entre ruido y pones lo mejor en la cubierta para que no cale ni gota de agua cuando llueva.

Llega el gran día y ¡bingo! Edificio precioso que huele a culo de lagarto muerto mezclado con mofeta podrida. ¿Qué ha pasado? Que igual nadie se paró a pensar en poner tapas de arqueta estancas, o las pusieron del mismo bazar chino que le vendió los calcetines a Nadal.

A jugar al tenis no te sé enseñar, pero si quieres que tus edificios no huelan como los calcetines de Rafa Nadal después de un partido, date de alta en mis correos y de paso te llevas una guía estupendérrima que te ayuda a distinguir las tapas que sí de las que no.

Consigue aquí la guía que ayudará a no malgastar tu dinero a la hora de escoger una tapa de arqueta estanca

¡Que levante la mano quien quiera que sus edificios tengan olor a cloaca!

¿Has dicho yo? No, ¿verdad?

 Joder, qué susto. Creía.

Te cuento: poner una tapa estanca estanca (no una que te dicen que es estanca pero por la que se cuela el Titanic de costado) es más pasta en una obra.

Ahora, puede ser el 0,0001% del total del presupuesto. Y lo que te ahorras en clientes cabreados, olores fétidos, bichos tumbándose en el sofá y apoyando las patas en la mesita, o inundaciones, es muchísimo dinero.

Por eso igual te interesa suscribirte a mi boletín de correo electrónico. Te mando un par de correos y con 5 ó 10 minutos a la semana evitarás las quejas de tus clientes por los malos olores de la red de fecales, la presencia de bichos y las inundaciones.

Y sí, son correos como esto. O sea, cero aburridos y con fundamento.

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