Conviene tener clara la diferencia entre una tapa de arqueta estanca que funciona y otra que simplemente lo parece. Esta diferencia a veces se aprecia a simple vista, pero si tenemos que tomar la decisión de compra comparando documentos, sin poder ver el producto, hay que prestar atención a unos pocos detalles.
Algo así le debió de pasar a quien compró la tapa que comentábamos la semana pasada. Estaba instalada en un hospital y por ella salían malos olores. ¿Qué pudo salir mal? Sinceramente, lo desconocemos, pero podemos echar mano de algunos de los procesos de toma de decisión que hemos podido ver.
Hay que leer con atención los documentos que nos da el fabricante
Seguramente, al decisor le aportarían junto con el presupuesto algún tipo de documentación, como fichas técnicas y/o algún certificado. Pero cuidado, en esto de los “papeles” hay quien se inventa ensayos de lo más variopinto y extraño; también vamos a encontrar quien ofrece enormes manuales plagados de certificados de todo tipo entre los que, casualmente (o no), falta el de estanqueidad. En definitiva, hay que prestar atención tanto a lo que se dice como a lo que se calla, y huir de experimentos raros. Las tapas de arqueta de los edificios tienen su norma de referencia, la EN 1253.
Qué es la norma EN 1253
Antes de continuar recordemos qué es la norma EN 1253. Esta norma fija directrices respecto a los lugares de instalación y establece los requisitos para el diseño y fabricación de estos dispositivos. De manera específica, la parte 4ª hace referencia a las tapas de acceso. En concreto, regula dos aspectos fundamentales: la resistencia que deben soportar según su lugar de instalación y el nivel de estanqueidad. Además, establece los ensayos que se deben realizar y fija las pautas para el marcado de los productos.
Así, por ejemplo, define unos ensayos de resistencia para la clase L15, de forma que si una tapa los supera podremos afirmar que se puede instalar en zonas con tráfico de vehículos ligeros. Quedarían excluidas las carretillas elevadoras de horquilla, utilizadas en recintos comerciales. De manera similar, si una tapa supera los ensayos de estanqueidad de la clase Ot, se podrá decir que ofrecerá estanqueidad a los olores e impedirá la salida del aire viciado.
La norma indica que una tapa que haya superado los ensayos correspondientes deberá llevar marcados, de forma clara y duradera. También el nombre de la norma, la clase de resistencia, la clase de estanqueidad, el nombre o la marca del fabricante y la identificación del organismo de certificación, si procede.
Si salen malos olores de la arqueta se propagan microorganismos
Es muy probable que el fabricante de la tapa instalada en el hospital prometiera que había superado los ensayos de la norma EN 1253 y, sin embargo, falló. No olvidemos que los problemas creados van más allá de las molestias evidentes: si de una arqueta sale mal olor también se están escapando microorganismos que pueden transmitir enfermedades, como el coronavirus.
Una tapa de arqueta que ha superado ensayos no es una tapa certificada
Es conveniente diferenciar entre un producto certificado y un producto que ha superado ciertos ensayos. En uno certificado hay un tercero independiente que asegura por escrito que el artículo cumple con los requisitos especificados. No siempre es fácil certificar un producto ya que se suelen exigir controles sobre cada lote de fabricación. Es por ello que, si el mercado potencial del artículo es reducido, se añade un sobrecoste que el público no siempre está dispuesto a pagar.
Entonces se plantea una cuestión: si un fabricante presenta tapas que en su momento superaron los ensayos de la norma EN 1253 ¿Cómo nos podemos asegurar de que es capaz de mantener ese nivel de calidad a lo largo del tiempo?
El certificado ISO 9001 es fundamental cuando la tapa estanca no está certificada
Es aquí donde los sistemas de gestión para el aseguramiento de la calidad se vuelven fundamentales. Un fabricante que asegura que sus tapas cumplen con la norma EN 1253, pero que no las tiene certificadas, debe de contar con un sistema certificado bajo la norma ISO 9001 o el modelo EFQM.
En Maco fabricamos tapas de arqueta estancas desde 1977. Nuestro sistema de gestión está certificado bajo la norma ISO 9001 desde 2002 y pasa dos auditorías externas anuales.
Acabamos de lanzar al mercado, nuestra Gama 600.000, un modelo de tapa rellenable con una profundidad de relleno de 4 cm, lo que la hace muy versátil, al poder pavimentarse con una gran variedad de materiales. Ha superado los ensayos de la clase L15 de la norma EN 1253, por lo que soporta el paso de vehículos ligeros, y de la clase Bt, la más exigente de la norma, por lo que, en caso de una sobrecarga de la red de evacuación, como la que se produce con las riadas o las lluvias torrenciales, impedirá que se inunde el local.
Con las tapas de arqueta estancas rellenables, mantenemos la estética del local, ya que van a quedar perfectamente integradas en el pavimento.