A pesar de que ya han transcurrido 44 años desde que la diseñamos, nuestra tapa estanca “modelo Normal” sigue siendo una de las tapas de arquetas estancas preferida por muchos. Su diseño clásico, sencillo y funcional aún sigue cautivando.
El origen de las tapas de arquetas estancas
Como ya contamos en esta entrada de nuestro blog, la primera tapa hermética nació a petición de un constructor de San Sebastián. Manuel Corral, el fundador de Maco que por aquel entonces estaba asociado con otro profesional, asumió el reto. En 1977 Manuel inicia una aventura en solitario y decide crear Maco, y con ella una nueva era en las tapas estancas, mejorando el diseño del artículo que él mismo creó.
Nace Maco, nace el “modelo Normal”
Esa nueva tapa mejorada es nuestro “Modelo Normal”. Lo llamamos así, porque el resto de la gama son variaciones con respecto a él. Así, tenemos, por ejemplo, el “modelo reforzado” —que es más resistente—, o el “modelo sencillo”.
¿Qué hace especial a este modelo?
Aquellos elementos que lo mejoraron hacen que aún hoy haya instaladores que lo sigan prefiriendo:
- El marco, hecho en una única pieza de aleación de aluminio, incorporó una pestaña perimetral de anclaje. El nuevo diseño simplificó su instalación. También hizo que fuera más fácil de fabricar.
- Un mayor número de tornillos para garantizar el hermetismo.
- Tornillos de mayor dimensión para reducir el riesgo de agarrotamiento y garantizar la apertura de la tapa.
- El hecho de emplear tornillos Allen en aquel momento se percibió como un cierre de seguridad.
- Las roscas para los tornillos se hicieron en el propio aluminio, en lugar de emplear roscas insertadas, reduciendo el riesgo de agarrotamiento.
- Su junta, moldeada en una única pieza y específica para estas tapas, garantiza el hermetismo.
- La resistencia de la tapa, que soporta el paso de vehículos ligeros. Las tapas de este modelo se han instalado en innumerables garajes de comunidades de vecinos y viviendas unifamiliares.
- La aleación de aluminio empleada, escogida por su propiedades físicas y mecánicas, proporciona una larga durabilidad al producto.
- La disponibilidad de repuestos facilita la labor de los instaladores y garantiza a los usuarios finales que la vida de la tapa va a ser la misma que la del suelo en que está instalada.
- La gran disponibilidad de dimensiones, desde 20×20 cm hasta 100×100 cm
Una tapa de arqueta para los clientes más exigentes
Un constructor, que no se fiaba de que la tapa fuera realmente hermética, diseñó el primer ensayo de estanqueidad. Consiste en llenar con agua el interior la tapa puesta boca abajo. El planteamiento es sencillo: si la tapa es capaz de retener el agua, será estanca. Dado que no estaba dispuesto a poner las cosas fáciles, hubo que esperar varios días para certificar que no se filtraba ni una gota. Para verificar si se han dado fugas o no, nada mejor un papel de periódico: a nada que se moje, se arrugará sin remedio.
Cómo verificar el hermetismo de la tapa
La prueba es extremadamente sencilla, pero eficaz para discernir entre tapas que son herméticas y las que no lo son. De hecho, es un test muy poco exigente con el artículo: el ensayo se está haciendo a presión ambiental, mientras que en las arquetas de saneamiento hay presiones superiores; además, se está empleando el agua como fluido de control, que es mucho más densa que el aire, por lo que, si la tapa permite el paso de agua, permitirá la salida de aire con sus malos olores y elementos patógenos.
Durante muchos años, hemos podido constatar, y aún lo seguimos haciendo, que tapas que prometían un hermetismo que no eran capaces de cumplir no lo superaban.
El “modelo Normal”, un clásico aún preferido por muchos entre las tapas de arquetas estancas.
El “modelo normal” es, en definitiva, un clásico diseñado bajo el buen criterio de un profesional, que sigue funcionando perfectamente y que todavía hoy en día, hay quien se resiste a dejar de usarlo a pesar de que podemos ofrecer tapas que cumplen con los requisitos de la norma EN 1253, como nuestra Gama 700.000, la Gama 600.000 o las tapas rellenables de acero inoxidable.
En Maco fabricamos tapas estancas desde 1977. Fuimos pioneros y somos especialistas. Nuestras tapas estancas permiten mantener la arqueta localizada, accesible y herméticamente cerrada. Contribuimos a mejorar la salubridad de los edificios, evitando la propagación de plagas y agentes infecciosos. Mejoramos el confort y ayudamos a muchos negocios, grandes y pequeños, a retener clientes que no se quejarán de los malos olores de sus puntos de venta. También disponemos de tapas rellenables que mantienen la estética del local, ya que quedan perfectamente integradas en el pavimento.